Creación de Capacidad Operacional en los Emprendimientos Sociales

Capacidad operacional en los emprendimientos sociales

Una de las funciones de la estrategia es ayudar a las organizaciones a conseguir capacidad operacional.


 Al haber decidido una estrategia, la organización puede concentrarse en construir sus capacidades operacionales básicas para conseguir realmente una ventaja competitiva.


La estrategia afecta a la orientación a largo plazo de la organización, y para ello es necesario planificar. Esto lo dice la teoría clásica. Ahora bien, hay casos en los que la empresa ha hecho su planificación y de repente tiene que cambiar su estrategia ante un hecho externo. 

Esto es lo que sucedió con Ron Santa Teresa (Venezuela). Cuando la compañía tomaba la senda de la recuperación económica, una nueva crisis estalló: la invasión de unos terrenos de la Hacienda Santa Teresa por parte de un grupo de familias de la comunidad de El Consejo.

 En ese momento, los líderes de la empresa comprendieron que el cambio que querían hacer a nivel financiero debía hacerse también a nivel social, lo que significaba determinar qué clase de empresa se quería ser y qué relación se quería tener con los habitantes del municipio, cuya historia estaba entrelazada de distintas maneras con la de la empresa. 

Esta decidió entonces invertir en crear capacidad operacional para afrontar desafíos parecidos en el futuro y no volver a encontrase desprevenida en cuestiones tan importantes. Así, como se ha dicho antes, la inversión en la comunidad entra a formar parte de la misión misma de la empresa. Evidentemente, las relaciones con la comunidad y la reputación de la empresa mejoraron sustancialmente. 

Este episodio pone de manifiesto lo que Mintzberg llamaría una estrategia emergente, no planeada sino más bien impuesta por las circunstancias.Desde el punto de vista de las organizaciones, públicas y privadas, es muy importante tener capacidad operacional para dar respuesta a las necesidades de la estrategia, sea esta del tipo que sea.

Según el modelo clásico de la planificación, se analiza el entorno, se  evalúan las diferentes líneas de actuación y se implementa la más apropiada, lo cual incluye la generación de políticas, la identificación de aspectos clave, la toma de decisiones, la implementación y la evaluación.

 El análisis de las iniciativas sociales vistas con anterioridad parecen confirmar que en las organizaciones consideradas a menudo se dan y conviven estrategias emergentes y planificación estratégica. Es decir, se observa una combinación y una serie de discontinuidades de las diferentes maneras de entender la estrategia y, lo que es realmente importante, las organizaciones exitosas  tienen capacidades organizacionales para dar respuesta a diferentes situaciones. 

Como ilustraba el caso de Ron Santa Teresa al inicio de esta sección, a menudo surgen nuevas circunstancias imprevistas en el entorno que hacen cambiar radicalmente la estrategia. Es decir, los emprendimientos sociales no siempre nacen a partir de una situación crítica y una demanda social puntual, pero cuando lo hacen, “emerge” y se construye una estrategia, y después vendrá la planificación.

 No se da únicamente una transición de la estrategia emergente hacia la estrategia planificada, sino que también hay procesos a la inversa. Si está claro que no es fácil acertar en una buena planificación estratégica, tampoco todas las organizaciones son capaces de producir una estrategia emergente o cambiar de estrategia. 

Como ya se ha dicho, para asumir discontinuidades estratégicas se necesita una serie de capacidades operacionales como, por ejemplo, tener personas preparadas en puestos de responsabilidad, construir entre los miembros de la organización un compromiso compartido con los objetivos, entender los cambios del entorno y haber construido relaciones positivas con este.

 Otro ejemplo de discontinuidad estratégica se encuentra en la Fundación ProyectoParia (FPP) de Venezuela, que nació de una estrategia planificada por la empresa Corpomedina para desarrollar un proyecto turístico alrededor de la bahía de Playa Medina.

 Al poco tiempo de operar la fundación, desapareció  Corpomedina como fuente de financiamiento, y la FPP se reorganizó para conseguir recursos tanto nacionales como internacionales. Su nueva concepción estratégica era clara y ampliamente documentada, y de trabajar sólo en Playa Medina expandió sus actividades a otros municipios de la península Paria.

 Dentro de esta estrategia, la FPP creó en 2001 una asociación civil, Carioca, en colaboración con una empresa privada y con asociaciones de productores de cacao de la zona. Pero sucedió algo imprevisto: en 2003 comenzó un conflicto con las asociaciones de productores de cacao que pedían que la FPP se retirara de Carioca.

 Para la estrategia de la FPP esta exclusión constituía un duro golpe, pero fue capaz de adaptarse a la nueva situación gracias a que poseía unas capacidades organizativas adecuadas. Estas eran consecuencia, por una parte, de que había enfocado su estrategia en buscar más legitimidad y apoyo entre sus beneficiarios; y, por otra, del hecho de trabajar conjuntamente con los pequeños productores de cacao.

 La Fundación también había creado capacidades para medir sus resultados, que le estaban siendo de gran ayuda para solventar la crisis; y tenía que seguir reforzando estas capacidades operacionales, sobre todo en lo que se refiere al fortalecimiento de sus destrezas políticas y el análisis de las variables relacionadas con la dinámica del poder.

En general se ha podido identificar que los emprendimientos sociales observados, tanto de empresas como de OSC, sufren discontinuidades que hacen que estas deban adoptar estrategias emergentes en repetidas ocasiones. Lo importante es que las organizaciones cultiven las capacidades que les permitan responder a los cambios del entorno, y si no tienen la capacidad de comprender su entorno, que puedan encontrarla en fuentes externas.

El hecho de que paulatinamente la mayoría de los emprendimientos sociales, tanto de empresas como de OSC, empiecen a hacer planificación estratégica puede ser un síntoma de que se han dado cuenta de las ventajas de seguir este camino.


Es decir, una de las fortalezas de los emprendimientos sociales más exitosos estudiados parece ser su habilidad de complementar su capacidad de planificar y su capacidad de soportar discontinuidades (esto es, planificación estratégica y estrategia emergente), y crear lo que ha sido llamado capacidad operacional estratégica.
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Jogly Sú

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