La estrategia en los emprendimientos sociales

Estrategia en el emprendimiento social

La importancia de tener una estrategia clara radica en que establece una dirección, indica el camino que se ha de seguir y sirve de guía.

 Y, aunque luego muchas veces la estrategia no se cumpla en su totalidad, disponer de ella ayuda a la organización a saber dónde está respecto de dónde se había propuesto ir.


Charles Handy ponía el énfasis en este punto en una entrevista al señalar: “No es bueno tener una estructura y una estrategia brillante y unas grandes personas, a menos que haya una razón para ello. Y no te lleva muy lejos ir diciendo lo maravillosas que serán las cosas en el futuro sin saber cómo llegar allí. Es esta una rara combinación”.

Entonces, la estrategia de una organización: 

se puede definir como “la dirección y el alcance de una organización a largo plazo, que le permite conseguir ventajas a través de la re-configuración de sus recursos en un entorno cambiante, a fin de hacer frente a las necesidades de los mercados y satisfacer las expectativas de los grupos de interés”.

Así, la estrategia es también la manera en que una organización se relaciona con su entorno, adaptándose al mismo, tratando de anticipar cómo será en el futuro y tratando también, en la medida de lo posible, de influir sobre él.

En el caso de los emprendimientos sociales de empresas y de OSC, la estrategia debe servir para garantizar la posibilidad de satisfacer necesidades sociales o de llevar a cabo transformaciones sociales al mismo tiempo que garantiza la viabilidad del emprendimiento u organización.
En algunos casos, pero no necesariamente en todos, a esto se le añade el objetivo del crecimiento de la organización, y en el caso de las empresas, también la obtención de ganancias.

El objetivo de la estrategia para los emprendimientos sociales es garantizar la creación de valor social y de valor económico; algunas  veces esto significa la sostenibilidad financiera, y otras, el refuerzo de la competitividad.

Sería un error pensar que la estrategia consiste en principios inamovibles o en leyes inquebrantables. Sin embargo, sí consiste en unos objetivos principales, propósitos o metas, que se conjugan en forma de políticas, líneas de actuación y planes explícitos para conseguir estos fines, y que son desarrollados conscientemente y en coherencia (al menos esto es lo deseable) con la misión de la organización.

En estas líneas de actuación se encuadran las decisiones cotidianas gracias a las cuales se establece, en un momento determinado, la posición de la organización respecto al entorno que la rodea.
 Por ello, cuando la estrategia está bien definida, debería responder a las siguientes preguntas: ¿a quiénes nos dirigimos?, ¿qué servicios prestamos?, ¿cómo lo hacemos?, ¿en qué nos diferenciamos de otras organizaciones parecidas? Como indicó Kenneth Andrews, los objetivos, metas, políticas y planes en su conjunto establecen qué es o qué quiere ser la organización, y en qué clase de negocio o actividad está o quiere estar.

En éste y en temas subsiguientes identificaremos qué elementos del proceso estratégico contribuyen al mayor desempeño de los emprendimientos sociales. Para abordar este análisis se va a utilizar y adaptar el “triángulo estratégico” desarrollado por Mark Moore.

Este modelo sirve para analizar los emprendimientos sociales, puesto que enfatiza la importancia de definir correctamente el valor que cada organización quiere producir.
Con los temas estudiados hasta ahora deducimos que  la creación de valor social no es incompatible con la creación de valor económico. El vértice superior del “triángulo estratégico” (véase el gráfico 3.1) representa la “proposición de valor” de la organización, que señala su norte, su direccionamiento.

 Esta es la promesa que hace la organización de dar respuesta a una necesidad insatisfecha de la comunidad, o de parte de ella, y se estructura a partir de su misión y sus valores.
 Cuando las organizaciones hacen realidad esa promesa, crean valor para la comunidad. En los emprendimientos sociales el logro de la misión equivale a la creación de valor.
A su vez, esta última puede recorrer dos caminos alternativos o complementarios: crear valor social y crear valor económico. Conceptos que dilucidaremos en temas posteriores.

Dado que la proposición de valor de un emprendimiento determina el rumbo de su estrategia, esta se tratará en primer lugar.  La proposición de valor como “cima” del triángulo estratégico se apoya en dos “patas”, sin las cuales no podrá hacer realidad esa promesa.
La primera de ellas es “legitimidad y apoyo”, y pone énfasis en la capacidad de la estrategia para conseguir apoyos para el valor que se desea crear.

 En los emprendimientos sociales estudiados este aspecto se identifica con lo que se ha llamado ajuste con el entorno y participación de los beneficiarios del emprendimiento.
Estos dos aspectos no aparecen en el triángulo estratégico, pero son una forma de concreción del mismo. El último vértice (parte izquierda) del triángulo se dedica a la “capacidad operacional”.

 Pone énfasis en si existen suficientes conocimientos y capacidades para obtener los resultados deseados. En los emprendimientos sociales estudiados se ha analizado la capacidad que tienen las organizaciones para que convivan las estrategias emergentes y la planificación estratégica, y la facultad que tienen para crear una ventaja competitiva sostenible.

 De nuevo, estas dos ideas sirven para desarrollar el triángulo estratégico. Indudablemente, hay otros aspectos importantes relacionados con el tema de la estrategia, como la asignación de recursos y la evaluación de la estrategia. 

SOCIAL ENTERPRISE KNOWLEDGE NETWORK   
Recibe nuestras publicaciones directamente en tu Email
Compartir

Jogly Sú

Mi nombre es Jogly Sú, creador y administrador de este sitio, Muchas gracias por leer nuestros artículos, te agradeceré si lo compartes.

  • Youtube
  • Twitter
  • Pinterest
  • Facebook
    Comenta como Blogger
    Comenta como facebook

0 comentarios:

Publicar un comentario

Por favor haz tus comentarios basados en el tema, sugiere, aporta y exprésate con respeto. Tus lectores lo agradecerán.