viernes, 23 de enero de 2015

La Pobreza es Mordaza que Traba la Lengua y Paraliza el Corazón

Choza humilde con personas
La frase es tomada del escritor argentino José Ingenieros.

Es innegable que a la persona de escasos recursos, la pobreza le ha colocado una mordaza, le ha trabado la lengua y le ha paralizado el corazón.

Si observamos con detenimiento nuestro alrededor nos daremos cuenta que la escasez económica es un real impedimento para la sociedad, la familia y el individuo.

La persona que no tiene un céntimo en su bolsa y que tampoco tiene un medio legal para proveérselo camina cabizbajo, con la mirada perdida y con el corazón angustiado, esta condición de impotencia se refleja en nuestro comportamiento y limita nuestra capacidad creadora.



Las circunstancias de escasez obligan a los individuos a realizar tareas y labores indignas, debido muchas veces a la dureza del corazón de los que por Providencia Divina tienen una mejor condición económica.
La pobreza obstaculiza y pone una mordaza en el normal desenvolvimiento de la persona, la cohíbe y la margina, le impide ser alguien que tiene poder de exigir, de reclamar, de ser.

La timidez que se observa en el campesino rural es la misma que podemos ver en el pobre urbano a ambos los une una misma condición: su pobreza. Diariamente luchan por redimirse de ella pero las condiciones no son las mejores para lograrlo.

Rodeados de depredadores mercantilistas y abusadores económicos, las cosas no son fáciles cuando se trata de salir de pobre.

El mismo estado y las organizaciones no gubernamentales que tanta alharaca hacen en relación a su apoyo en el combate a la pobreza, no son más que contribuyentes indirectos de que la pobreza se extienda y se mantenga.

Desde hace años se viene escuchando que hay que combatir la pobreza, que hay que emprender acciones para favorecer la iniciativa, para proveer empleo, etc… sin embargo cada año que pasa la pobreza aumenta y al pobre se le continúan negando las oportunidades.

La pobreza obliga a las personas a no ser ellas mismas, se debe fingir, se debe “parecer” lo que no se es o siente. De lo contrario son vil y descaradamente postergadas.



 Así nos hemos acostumbrado a percibir la miseria: el pobre es ignorante, nada sabe, si supiera fuera rico. Nada más alejado de la realidad, muchas personas sumidas en la pobreza poseen una incomparable sabiduría, una lucidez mental inmensa, pero la costumbre y la prepotencia de los poderosos les reprime para expresarse con normalidad.

Mientras los “educados poderosos” no llenen su corazón de bondad, de auténtica comprensión, los pobres irán albergando en su corazón rencor, aversión y desprecio hacia ellos; A tal grado que existirá un cisma infranqueable entre los que no tienen nada y los que lo tienen todo.

Es preciso que los “grandes” hagan algo por favorecer las condiciones para que el pobre, el de escasos recursos pueda redimirse de la pobreza y sólo entonces existirá una verdadera tranquilidad en el ambiente social.


Mientras tanto en el aire comunitario se respira tensión, inconformidad, rebeldía.

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lunes, 19 de enero de 2015

Nos Han Enseñado a Creer Ciertas Cosas, la Realidad es Otra.

dibujo de mujer con las manos en el pecho, ojos cerrados
La sociedad, la cultura nos han enseñado a creer cosas que no son ciertas y que nos obstaculizan en nuestro crecimiento.

Las limitaciones no existen. Solamente se encuentran dentro de tu mente. Claro que puedes seguir adelante con esas ideas que ya no funcionan, pero es mucho más fácil dejar de aferrarse a un patrón de pensamiento que obstaculiza nuestro crecimiento, y desarrollarse libremente.

Decide tomar algunos minutos cada día para trabajar en tus afirmaciones, planificando cuánto dinero deseas, que carrera deseas estudiar, con que personas quieres relacionarte, como deseas que sea tu salud, y que tipo de negocio esperas desarrollar. ¿No estás cansado que circunstancias externas te dicten tu comportamiento? ¿No estás cansado de que la gente te diga lo que tienes que hacer y lo que no puedes hacer?

Las personas exitosas son aquellas que constantemente están ocupadas haciendo cosas acerca de las que no tienen ninguna certeza. Allí está la aventura. Ellas no saben lo que les traerá el futuro.

No puedes mejorar tu ser, lo que tú eres en realidad. Ese ser es completo y abarca todas las posibilidades de realización. Solamente puedes mejorar tu rendimiento y actuación ante la vida. Toma hoy mismo la decisión de no ser una de esas personas fracasadas que viven atemorizadas por la posibilidad de cometer un error. Examina todas las fallas de tu vida, y date cuenta de cómo en ese momento te importó más protegerte, dar una buena impresión y no equivocarte, antes que corregir la situación.

Mientras más exitoso seas, más errores cometerás, porque estás participando en la vida. Las personas que no participan no se equivocan nunca.

La seguridad no existe, la única seguridad que tenemos es nuestra habilidad para crear y producir resultados. Los errores que tú y yo cometemos son parte del proceso de desarrollo y aprendizaje del ser humano.

La vida consiste en hacer correcciones. Muchos de nosotros nos resistimos a ello, porque nos han enseñado que equivocarse es algo malo. Todo depende de nuestra autoestima. Si analizamos los errores de nuestra vida, nos daremos cuenta de que generalmente hubiéramos podido corregirlos antes de cometerlos, pero en ese momento no pudimos observar las cosas con claridad, evaluar correctamente la situación para actuar, y perdimos el control.

A través del proceso de crecimiento, sin duda cometerás equivocaciones. Nos han enseñado desde pequeños a que las cosas no pueden ser de cierta forma, y deben ser de otra. Hemos vivido juzgándonos, evaluándonos y tratando de estar siempre en lo correcto.

Sentimos  temor ante lo desconocido, y nos preocupamos de lo que ha de suceder de aquí a dos semanas, dos meses o dos años, en vez de concentrarnos sobre lo que está sucediendo ahora.
 Esta forma de pensar nos inmoviliza e impide que produzcamos resultados. Lo cierto es que hagas lo que hagas, siempre habrá algo desconocido. No hay manera de saber antes de experimentar.

Es preciso realizar una evaluación realista de nuestras habilidades y valores personales, dejar de rebajarnos, dejar de juzgarnos negativamente, y alejarnos de las relaciones con personas o actividades que sean negativas para  nosotros. Esto ayuda al proceso.

 Arriesgarse a hacer una elección, sobre todo si se trata de algo que nos permita expresar con fuerte convicción nuestros valores y prioridades, siempre incrementa la autoestima a la vez que va desarrollando una mayor consciencia de nuestros sentimientos, y la habilidad de involucrarse emocionalmente.

Las elecciones que reflejan nuestro ser así como nuestras prioridades y valores propios llevan invariablemente al éxito y a la felicidad. Por el contrario, los logros obtenidos por medio de una agresión compulsiva (la necesidad de tener poder o de dominar a otros), por medio de la obediencia y el conformismo con los dictados sociales y culturales, o de la necesidad de venganza, solo nos dejan una sensación de empobrecimiento, independiente de la magnitud aparente del logro en sí.

Si tenemos poder de elección, así como la libertad interna que conlleva, lograremos la felicidad. Esta felicidad solo puede obtenerse por medio de una autor-realización basada en logros que sean consistentes con la realidad y con lo que somos.

Cuando decides dejar atrás tus antiguas creencias acerca de “cómo deben ser las cosas”, serás capaz de recibir, a través de tu intuición, montones de ideas acerca de qué hacer, a donde ir, a quien conocer y con quien compartir tu vida.

Cuando has tomado la decisión definitiva, todo lo que hagas servirá de apoyo para llegar al resultado final. Tus ideas llegarán a ti si estas abierto y receptivo, listo para escucharlas. Tu meta es más importante que cualquier otra situación temporal de tu vida actual.

La felicidad está en nosotros. La somos y la podemos sentir y expresar en todo momento de nuestra vida y en todos los acontecimientos. No hay pequeñas y grandes cosas. Esa es una calificación y división de la mente. Es grande todo lo que se hace con lo mejor de nosotros mismos: con clara consciencia y gran amor. En nuestras manos está el vivir grandes o pequeñas cosas, que nuestro vivir sea grande o pequeño.

¡Muchas bendiciones!


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miércoles, 14 de enero de 2015

Sugerencias Para Comenzar De Nuevo

Mujer con los brazos hacia arriba
Quiero compartir contigo unas de las sugerencias más contundentes para Comenzar de nuevo con las mayores posibilidades de triunfar, debes leerlas con cuidado, con atención, te doy la seguridad que después de leerlas, tu forma de pensar no será la misma.

Cuando comienzas a producir resultados y emprendes la acción, comienzas a experimentar tu propio poder como persona. Cada uno de nosotros está interesado en producir resultados. Todos los factores de éxito o fracaso están en el mundo interior y por medio de él en el mundo exterior.

Tú puedes escoger los materiales para formarlo. Si no has escogido bien en el pasado, puedes escoger mejor ahora y formarlo de nuevo. La riqueza de la vida está dentro de ti. Nadie ha fracasado mientras pueda empezar de nuevo.

Los psicólogos han descubierto que la hora más apropiada para grabar una idea en la mente inconsciente es la que precede al sueño, cuando los sentidos están quietos.

Por eso, toma hoy mismo tu deseo por la noche, y grábalo en  tu mente inconsciente. Todo lo que necesitas es un deseo sincero y una fe inteligente. Tú sabes que puedes tener lo que quieres si de verdad lo quieres. Concentra tu pensamiento en esta cosa que tanto deseas. Cree que la tienes. Imagínate que la posees. Siente que la usas, has eso todas las noches hasta que realmente creas que tienes lo que deseas, y cuando hayas llegado a ese punto lo tendrás.

¿Acaso te desalienta tu medio ambiente? ¿Crees que si estuvieras en otro lugar el éxito sería más fácil? Simplemente recuerda que tu verdadero medio ambiente está dentro de ti. Porque la ley de la atracción es el servicio. Recibimos en la proporción que damos.

En realidad recibimos en una proporción mucho mayor. Muchas veces Dios se manifiesta por medio del individuo. La fuerza que radica en el universo busca una manera de expresarse. Es como una gran reserva de agua alimentada continuamente por los arroyos de la montaña.

Forma un canal y el agua correrá por él en un volumen cada vez mayor. De la misma manera, si formas un canal de servicio por medio de ti, sus dones fluirán en un volumen cada vez mayor y tú recibirás beneficios incalculables.

Podríamos tener lo que queramos, sin mucho esfuerzo ni trabajo. Si pensamos que debemos trabajar duro y esforzarnos para conseguir los objetivos deseados, entonces nuestra vida estará repleta de esfuerzos y trabajo duro.

Este es otro sistema de creencias que no funciona. Cuesta más trabajo y esfuerzo crear pobreza, enfermedad y falta de armonía que crear salud, armonía y abundancia, porque la perfección, la salud, la armonía y la abundancia están dentro del orden natural de las cosas.

Ten confianza en lo que defines. Elige lo que quieras y cree firmemente que vas a conseguirlo. Tu subconsciente se ocupará de todo lo que sea necesario para que lo obtengas.
 Estamos condicionados para creer que la vida es algo sumamente complicado. En realidad, es bastante sencilla.

 No puedes comenzar hasta que no sepas en forma definida qué es lo que quieres. Afirma lo que quieres ser, lo que quieres hacer y lo que quieres tener, con todos los detalles y características. Cuando comiences a manejar las cosas que necesiten ser manejadas, tu subconsciente observará el cambio de la teoría hacia la práctica, y te apoyará para que consigas lo que buscas.

Tu creencia lo genera todo. Cuando tienes una creencia, tienes fe. La fe es el conocimiento absoluto de que algo va a funcionar y de que algo va a ser tuyo. Cualquier cosa que hagas funcionará, si crees totalmente en ella. Todo depende de tu aceptación.

Si esperas a convertirte en alguien, o esperas que algo suceda para poder empezar a vivir, existirás en un estado de expectativa permanente, nunca llegarás a ninguna parte y por lo tanto nunca vivirás realmente.
La verdad que generalmente no vemos es que ya hemos llegado. El único momento que tenemos es ahora, y el tiempo que te queda es el más importante de tu vida. También puedes llegar a ser el mejor, si decides actuar y arriesgarte a tomar decisiones. El pasado ya no existe.

La esperanza es una ilusión sutil acerca de algo que puede ser algún día. Es importante aceptar lo que deseas, y hacerlo en el presente, aceptar que ese algo ya es tuyo en este mismo instante.

No utilices la palabra esperanza, tal vez mañana o pronto. Utiliza ahora. La esperanza solo produce una sensación de desesperación y soledad, y alimenta el temor al fracaso. Es lo que nos mantiene sufriendo, esperando que algo que está fuera de nosotros venga a rescatarnos para poder vivir felices para siempre.

Gracias a esto vamos saltando de desilusión en desilusión, porque la esperanza evita que tomemos responsabilidad y emprendamos la acción. Cuando decidimos dejar de lado las esperanzas, dejar de esperar que el éxito nos llegue por canales externos a nosotros, se opera un cambio dinámico en nuestra relación con la vida.

Comenzamos a avanzar en vez de evitar, y nos hacemos responsables por la calidad de nuestra propia vida. Arriésgate a tomar una decisión, aun cuando sea una decisión equivocada. Cualquier cosa que hagas será mejor que sentarte a esperar que la situación mejore por sí sola. Tú tienes el control. Tú eres el que puede elegir qué quieres pensar y qué quieres creer.

 La capacidad de aceptar el cambio es la que hace la diferencia entre la gente exitosa y la gente que fracasa. Si nuestras ideas no funcionan, y nos causan dolor y sufrimiento, ¿Por qué no cambiarlas? Somos adictos a la certeza. Preferimos estar seguros de nuestra miseria a arriesgarnos a estar felices y satisfechos.
Estamos programados para buscar en todo momento la seguridad y la supervivencia, y también para temerle a lo desconocido.

Cambiar involucra adentrarse en lo desconocido, y enfrentar riesgos. Aun cundo el cambio es positivo, sentimos ansiedad. Esto es normal. Lo importante aquí es no dejarse abrumar por el miedo, no permitir que éste obstaculice nuestra facultad creadora.

Debes comenzar  a ver el cambio como a un amigo en vez de un enemigo. Permite que él trabaje para ti. Cada escalón que sube hacia la meta tiene nuevas oportunidades y nuevos obstáculos que afrontar. Enfréntate a ellos con valentía y entusiasmo.

¡Bendiciones!

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lunes, 12 de enero de 2015

Una forma Acertada de encontrar Nuestra Felicidad


Toda nuestra vida es una búsqueda de felicidad, veamos una forma acertada de encontrarla:

Nos mentimos sobre nosotros. Nos mentimos sobre los demás. Nos mentimos sobre la vida y adulteramos la realidad. Tomamos el sueño como realidad.
Tomamos lo ideal como real. Tomamos lo transitorio como permanente y tomamos lo permanente como una bella ilusión utópica. Vivimos con un ropaje falso.

El ropaje de las ideas que hemos recibido de fuera, de la sociedad. Vivimos de las ideas que hemos ido aceptando como si fueran nuestras, pero que no tienen de nosotros nada. Sólo la idea de que son nuestras. Pero esta idea es idea. No es la realidad.


Toda idea es idea y sólo la realidad es real. Preferimos seguir viviendo de ideas e ideales lindos y agradables, aunque sean falsos. Y tratamos de convencernos a nosotros mismos y a los demás de que son verdaderos.

¡Sería tan fácil reconocer la Verdad llana y simple! La verdadera Verdad de nosotros mismos supera en colorido, gracia, belleza y gozo a cualquier falsa verdad con que tratamos de ensuciarnos tanto en la vida.
Nuestra felicidad no está ni puede estar en las grandes ni en las pequeñas cosas. En realidad no hay grandes ni pequeñas cosas.

 La grandeza de las cosas no está en ellas sino en el que las hace y cómo las hace. Todo es grande cuando se hace con conciencia y amor. Nuestra felicidad no está en ninguna cosa. Nuestra felicidad está únicamente en nosotros mismos.

 La felicidad la somos cada uno de nosotros cuando hacemos o vivimos cada momento cada cosa con lo mejor de nosotros mismos. Somos la felicidad misma, oculta, amurallada. Es necesario descubrirla y derribar los muros que nos impiden gozarla.


Uno de los muros y obstáculos que nos impiden descubrir y gozar de la felicidad verdadera es precisamente ese personaje y falso “yo” al que estamos sometidos y del que depende casi siempre nuestra vida y al que servimos como si fuera nuestro amo.

Ese falso “yo” que goza y sufre cuando es alabado o vituperado y que es precisamente en el que depositamos nuestra felicidad.
La felicidad está donde está. Está dentro de cada uno de nosotros. La sentiremos cuando la descubramos. La descubriremos cuando pongamos toda nuestra alma en cada cosa, en cada situación de  nuestro diario vivir.

Cuando se empieza a vivir y sentir el mundo inmenso, profundo, maravilloso, insondable del verdadero ser interno que cada uno de nosotros somos, todo eso ya no parece un ideal lejano sino una realidad presente, asequible, actual para quien quiera y se decida a vivirla.

 Lo que vivimos cada día llevado y traído mecánica y automáticamente por toda aquella que momentáneamente resulta más agradable a nuestros sentidos externos nos puede dar algunas satisfacciones más o menos fuertes pero siempre inestables y transitorias. Y sobre todo muy lejanas de lo que es la felicidad profunda y permanente.

Yo soy o puedo ser feliz tanto cuando tengo o hago pequeñas cosas como cuando no las tengo o hago. Soy feliz con ellas o sin ellas, porque llevo siempre la causa de mi felicidad conmigo mismo y que no consiste en hacer o tener  tal cosa o tal otra.

La felicidad está en sentirse sujeto de acción consciente y de amor constante. Y no necesito ningún estímulo para ejercitar y actualizar en cualquier momento y en cualquier circunstancia lo que yo soy en mi realidad verdadera. No soy feliz por lo que hay fuera de mí ni por la acción externa que hago o me hacen, sino por la que soy dentro de mí.

 Precisamente, porque no vivimos, por lo que expongo,  es por lo que nuestra vida es una carrera desenfrenada y ansiosa de ir buscando personas y cosas que nos hagan felices. Y nuestra vida se convierte en una constante búsqueda más o menos esperanzadora de satisfacciones y goces que las más de las veces no nos llegan o si llegan nos dejan más ansiedad y desilusión que agrado y placer.


¡Bendiciones!

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viernes, 9 de enero de 2015

Algunos ejercicios de relajación y conciencia que nos ayudarán

Mujer con los brazos extendidos
Educar y dominar la respiración nos permitirá extender la influencia de nuestra voluntad a reacciones emocionales y nerviosas que normalmente están fuera de nuestro control.

Existe siempre una interacción entre nuestra actividad mental y emocional y el proceso respiratorio.
Cuando disfrutamos de placidez emotiva nuestra respiración se torna más rítmica, suave y pausada; cuando estamos tensos, el flujo respiratorio es entrecortado, arrítmico y superficial; al recibir un shock emocional tiende a paralizarse y a convertirse casi en un estertor.

 Cuando estamos concentrados, respiramos suave e imperceptiblemente; al dejar vagar nuestra mente el proceso se hace irregular.

Los ejercicios respiratorios que aprenderemos no van destinados solamente a ampliar la capacidad vital, sino que también tienen una influencia directa en la educación imaginativa. En la práctica los ejercicios se relacionan e influencian mutuamente con las funciones que representan.

De éste modo respiración y movimientos influencian la imaginación y son a la vez influenciados por ésta. Debido a esto encontraremos por ejemplo que un determinado ejercicio respiratorio va destinado en realidad a facilitar la concentración mental, que estaría clasificada como educación imaginativa.


Habitualmente se respira llenando solamente la parte superior de los pulmones. Si queremos aspirar mucho aire dilatamos considerablemente nuestro tórax. A este tipo de respiración se le llama respiración torácica. En ella la función del diafragma es muy reducida.

Ejercicio de respiración total
De pie, con los pies un poco separados, la cabeza erguida y los hombros hacia atrás, se comienza a inspirar dilatando el abdomen, es decir, proyectándolo con cierta fuerza hacia delante hasta que se presente ligeramente abombado. Se continúa la inspiración hasta llenar los pulmones, dilatando ahora el tórax, con lo cual se deprime de forma natural el abdomen.

 Al espirar debe procurarse contraer el abdomen suavemente para facilitar la eliminación del aire residual. Este es un ejercicio de reeducación del hábito respiratorio que sirve de base para otros más complejos.

Ejercicio de respiración concentrada
La respiración concentrada tiene por objeto elevar el tono mental, subir el nivel consciente, acumular energía para el día y producir un estado psíquico armónico y equilibrado. Se debe realizar al levantarse por la mañana.

En este ejercicio se combinan respiración y movimientos. Los movimientos deben ser ejecutados exactamente como aquí se indica, ya que cada posición crea un estado psíquico especial.
 Para mayor claridad dividiremos este ejercicio en cinco partes.

1.   De pie, con los ojos cerrados, talones juntos, puntas de los pies separadas, columna vertebral derecha, barbilla levantada. Con los brazos estirados y rígidos juntar las palmas de las manos por delante a la altura del estómago. Las yemas de los dedos deben tocarse.

2.   Comenzar a inspirar haciendo presión suavemente con el estómago hacia fuera, y levantando gradualmente ambos brazos a medida que se inspira hasta que los pulgares lleguen a la altura de la barbilla.


3.   Se continúa el movimiento abriendo los brazos hacia los lados hasta llevarlos bien atrás, momento en el cual deben haberse llenado los pulmones.

4.   Comienza a iniciar la exhalación, momento en el cual se aflojan los brazos y manos y se bajan suavemente a medida que se va exhalando, hasta que las palmas de las manos llegan a tocar los costados de las piernas, posición en la cual deben haberse vaciado completamente los pulmones.

5.   Pausa de descanso antes de repetir el ejercicio completo.

Es indispensable una perfecta ejecución de los movimientos, pensando exclusivamente en lo que se está haciendo. Es imprescindible sincronizar en forma adecuada la inspiración en la etapa N° 3. El llenado total de los pulmones debe coincidir con el final de la etapa tercera, es decir, con el término del movimiento de llevar los brazos hacia atrás. La espiración debe finalizar también conjuntamente con el final de la cuarta etapa.

El ejercicio completo debe durar alrededor de diez  minutos, con un número aproximado de 20 respiraciones completas. La inspiración debe realizarse por la nariz, y la exhalación por la boca, soplando suavemente el aire por los labios entreabiertos, tal como si estuviera silbando.

En personas que no tienen costumbre de realizar ejercicios respiratorios el tiempo inicial puede reducirse a 5 minutos, para ir aumentando progresivamente. Este ejercicio debe ejecutarse de pie, preferentemente con el estómago vacío, antes de desayunar.

 Es importante que en ningún caso se constituya en un deber desagradable, sino que cada persona debe tratar de que le produzca  una sensación de agrado.

En la práctica este factor aparece espontáneamente al notar una elevación en la vitalidad que ayuda a disfrutar de la actividad diaria. Si se desea puede repetirse también en la noche, como una ayuda para reparar el desgaste producido por el trabajo.




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martes, 6 de enero de 2015

Si Comprendemos Éste Principio Podemos Combatir El Stress

Niño rompiendo un papel
Lo que a continuación escribiré tiene un enorme poder de sugestión, es tremendamente positivo y si lo comprendemos en su cabal extensión extraeremos los principios para combatir el stress.

Aquellos que buscan la sabiduría, el poder o el éxito, solo lo encontrarán dentro de sí mismos. La mente tiene una soberanía excepcional en nuestra vida.

Está probado que nuestro cuerpo está sano o enfermo de acuerdo con las imágenes que grabemos en nuestra mente inconsciente. Si grabamos solo pensamientos de salud en vez de pensamientos de enfermedad, tendremos un cuerpo saludable.

Porque todas las enfermedades comienzan en la mente- en la mente consciente. Su causa es el miedo- el miedo a las enfermedades- el miedo de tu propia impotencia para protegerte contra ellas.


Todos tenemos una fe latente en el poder de la enfermedad, y eso es lo que, combinado con el miedo, nos hace asociar ciertas enfermedades con ciertas circunstancias, tales como resfriados con corriente de aire.
No hay un solo microbio en una corriente de aire capaz de darte un resfriado. La corriente de aire no piensa; ni tampoco tu cuerpo.

Es tu mente consciente la que ha aprendido a pensar que una corriente de aire, bajo ciertas circunstancias, debe producir un resfriado. Esto lo sugiere a tu mente subconsciente y lo hace una realidad.
La causa verdadera de todas las enfermedades es el miedo. Porque la enfermedad es simplemente una imagen externa del pensamiento. Tú has visto como el miedo causa la palidez, como detiene o precipita los latidos del corazón.

El miedo cambia las secreciones, el miedo interrumpe la digestión. El miedo pone líneas y arrugas en la cara. El miedo encanece los cabellos. La mente domina todas las funciones del cuerpo humano. Si el pensamiento que tu presentas a la mente inconsciente es el miedo a la enfermedad, de fiebre, de indigestión, esas son las imágenes que tu mente inconsciente hará realidades en tu cuerpo. Porque tu cuerpo mismo es solo un grupo de electrones, lo mismo que la mesa que está frente a ti. Quítale la mente, y tu cuerpo estará tan inerte, tan insensible, como la mesa.

Todas las funciones del cuerpo, desde los latidos del corazón, hasta las secreciones glandulares, están dominadas por la mente. La digestión de tus alimentos es tanto una función de la mente como los movimientos de los dedos.

Por eso lo importante, no es la clase de alimentos que pones en tu estómago, sino el alimento que la mente decida que te haga mal, y que te hará mal. Tu mente es como el yeso en la mano del escultor. Puede hacer con él lo que quiera.

Y cuando tú comprendas que no son tus músculos, tus nervios o tus huesos, sino simplemente tu mente la que te enferma, rehusarás permitir en tu cuerpo lo que no quieras ver en él. Es verdad que hay que luchar. Y siempre habrá que luchar en la vida. Pero luchamos solo para vencer las dificultades. Y no hay nada que temer.

Todo es un efecto de la mente. Las fuerzas de tu pensamiento, concentradas sobre cualquier cosa, la harán real. Por consiguiente, concentra tu pensamiento solo sobre cosas buenas.
…En todo lo bueno, en todo lo puro, en todo lo recto, si hay virtud alguna, en esto pensad, sentenciaba el apóstol Pablo.

Piensa en la salud, la energía la abundancia, la felicidad. Rechaza todos los pensamientos de pobreza y enfermedad, de miedo y de pena. Porque el miedo y la pena son las impurezas de la mente que causan todas las dificultades que producen todas las enfermedades. ¡Destiérralas! Destierra de entre tus amigos a todo aquel que abrigue una actitud negativa hacia la vida.

Nunca pienses en el peligro, en el desastre, en el fracaso, en la pobreza, sino quieres que esas condiciones se manifiesten en tu vida. No puedes temer al futuro si te convences de que todos tus movimientos, todos tus actos, están de acuerdo con los ideales de tu mente; si todos tus pasos son pasos hacia adelante; si tu vida está orientada hacia el triunfo.

En momentos de gran peligro, en horas de extrema angustia, cuando el alma valiente expone todo lo que posee, entonces es cuando los milagros ocurren, si tenemos fe. Eso no significa que debes entregarte indolentemente en manos de la providencia. Cuando hayas hecho todo lo que es posible hacer, no te preocupes por el resultado.

Si más necesitas más recibirás. Puedes sentir la confianza de que, habiendo hecho todo lo que está en tus manos, tu mente podrá realizar lo que haga falta.

Así es con la mayor parte de las calamidades que nos afligen. ¡Si solo les hiciéramos frente con calma y confianza, cuan mejor sería la vida! Pero no; tenemos que afligirnos, que preocuparnos, y la mayor parte de las veces hacemos exactamente lo que sirve para aumentar nuestras dificultades.


¿Cuál es el modelo que tienes ante tu mente? ¿Es un modelo de ancianidad y decrepitud? Ese es el modelo que la mayor parte de los hombres usan, y el resultado de esa imagen lo vemos todos los días en sus cuerpos. Pero tú no necesitas ese modelo.

 Tu puedes grabar en tu mente la visión de la juventud, del vigor, de la energía, de la fuerza y de la belleza; y ese será el modelo que tus células seguirán al renovar tu cuerpo.
Talvez tú eres débil y anémico. ¡No importa! Puedes empezar hoy mismo a reformar tu cuerpo. En once meses, cuando mucho, todos esos tejidos enfermos y débiles habrán sido reemplazados por tejidos fuertes y vigorosos.

De una cosa puedes estar seguro: Dios nunca nos dio una ley de decrepitud y muerte. Si hay tal ley, es porque el hombre la hizo, y el hombre puede cambiarla.

Podemos influenciar positivamente nuestra mente por medio de la ejercitación de ciertas funciones físicas, que nos liberarán del stress. Una de las formas que describiremos es el de la relajación por medio de la respiración. La inspiración y la espiración marcan el flujo y reflujo de la vida orgánica.

Al inspirar nos ponemos tensos y alertas y al espirar nos relajamos. Así, en forma general, pasamos por el día por múltiples momentos de tensión y de relajación. Esta dualidad puede ser utilizada de diversos modos, uno de los cuales se refiere a producir por medio del flujo respiratorio un estado de relajación.

Ejercicio de relajación
Sentado o acostado cómodamente, con los ojos cerrados, se llenan los pulmones de aire y se retiene por algunos instantes. En seguida se comienza a exhalar suavemente por la boca, como si se estuviera soplando, procurando alargar lo más posible la duración de la espiración, que debe continuar a éste ritmo lento hasta vaciar los pulmones. Acto seguido se descansa y se repite la espiración cuantas veces se desee.

Para que este ejercicio rinda sus mejores frutos es menester que la respiración sea lo más suave y lenta posible. Por su sencillez ésta práctica es recomendable para aquellas personas que tienen dificultades para concentrarse o para comprender otros ejercicios más complejos. Este ejercicio puede repetirse cuantas veces se desee durante el día.

¡Bendiciones!

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lunes, 5 de enero de 2015

Como atraer a nuestra vida las cosas correctas

Silueta de hombre con los brazos extendidos, atraer algo
Nuestra mente atrae hacia sí cualquier cosa que le sea familiar.

Si estas asustado atraerás experiencias que te asustarán. Si estas confuso, tu mente llevará hacia ti una mayor confusión. Si crees que no puedes ser, hacer o tener algo, crearás las circunstancias propicias y encontrarás a la gente adecuada para probar que, en efecto no puedes.

Si piensas que eres gordo te mantendrás gordo. Puede que pierdas peso y pases por encima de tu creencia, pero en lo que dejes de prestar atención y te relajes, tu mente subconsciente tomará el mando y confirmará automáticamente de nuevo tu certeza de que eres una persona gorda.

El propósito del subconsciente es demostrar que tus creencias son correctas. Actúa como un filtro de la información que recibes del mundo exterior, transformándola y adaptándola para que concuerde con tus creencias o con la imagen que te has creado de las cosas y de ti mismo.

El no piensa por sí solo, simplemente se programa en base a las ideas y conceptos que tú mismo le has ido suministrando a lo largo de tu vida, nada más ni nada menos.

Esto puede causar que te sientas impotente para cambiar las circunstancias que te rodean, y decidas buscar apoyo en otras personas o en alguna organización. Buscarás algo o alguien exterior a ti mismo para satisfacer tus aspiraciones.

Pero, cuando logras comprender que todo lo que tú deseas puede ser creado por medio de tu mente gracias al pensamiento correcto, que sencillamente es un pensamiento claro, te darás cuenta de que solamente tú puedes darte a ti mismo lo que deseas.

Lo primero que se necesita para empezar a utilizar ese poder latente que está en nosotros, es confiar en él. Claro, si uno observa alrededor, hay miles de acontecimientos que nos impulsan a dudar: injusticias sociales, hambre, guerras, criminalidad, etc…Ahora bien, recordemos que ese poder apoya todas nuestras decisiones, sean estas buenas o malas: si elegimos algo equivocado, por ignorancia, él nos mantendrá en el error hasta que cambiemos la elección. Entonces apoyará incondicionalmente nuestro nuevo rumbo. Todo proviene de nuestras propias ideas.

Siempre estamos a la espera de algo: en vez de vivir el momento presente, andamos con la cabeza volteada hacia una especie de futuro nebuloso e incierto, en el cual existen todas las maravillas del universo para nosotros, y nos olvidamos de aprovechar los instantes que van transcurriendo.

En la vida solo existen motivaciones y resultados, o sea, acciones. Al estar únicamente a la espera, dejamos de movernos y nos estancamos, sin darnos cuenta, y así dejamos de obtener resultados, pues estos se encuentran en el “momento futuro” que por supuesto nunca llega, ya que no le vemos tampoco cuando aparece, por estar fuera del presente.

Esperar es una trampa que limita nuestras posibilidades y nuestra creatividad, poniéndonos en manos de una solución que tiene que venir desde afuera. Preguntémonos: ¿Qué pasa si la ayuda no aparece?

 Si observamos el desenvolvimiento del mundo y la sociedad hasta hoy en día, tendremos suficientes pruebas de que la espera de soluciones externas a nosotros mismos no es funcional en absoluto, y que la única manera de obtener resultados es buscar las soluciones dentro de nosotros mismos. No podemos cambiar y mejorar el mundo si antes no cambiamos y mejoramos como individuos.

La solución está en nuestra habilidad para darnos cuenta realmente de nuestro potencial ilimitado de acción y creación, y comenzar a tomar responsabilidad por todo aquello que nos ha sucedido, ya que a través de aquella ley de atracción, de causa y efecto de la que hablamos en otra entrada, nosotros mismos atraemos todo lo que experimentamos, ya sea de manera consciente o inconsciente.


Puede que al principio sea duro de aceptar, ya que siempre le hemos echado la culpa a los demás: al gobierno, al vecino, al jefe, al esposo o esposa, a los padres y hasta a Dios. Cualquier cosa que otro nos haya hecho, hemos participado en ello y de alguna manera somos responsables del hecho.

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sábado, 3 de enero de 2015

Lo que podemos hacer por los demás…y no cuesta mucho

Hombre levantando a otro
Existen cosas en la vida que no requieren casi ningún esfuerzo ni inversión. ¡Y cuanto bien que hacen! La ofrenda de la viuda en el relato del Nuevo Testamento. ¿Qué significaba en términos de valores monetarios? Muy poco. Sin embargo cuanto bien ha hecho a los cristianos a través de la historia.

Tan sólo será que nos interesemos un poquito en la otra persona. Aquel que está rezagado ‑bien porque nadie lo toma en cuenta o bien por su timidez‑ una palabra nuestra puede levantarle el ánimo e inspirarle confianza. Un pequeño, pero sincero reconocimiento a quien está ávido de que le aprecien sus méritos.


 Un poco de paciencia para escuchar a quien quiere ser oído. Y así podemos continuar enumerando una serie de cosas que cuestan tan poco, pero que el bien y la felicidad que proporcionan  a los demás son incalculables.

El amor también se siembra como una semilla menudita, pero sus frutos son siempre abundantes. No en pocas ocasiones hemos observado como algunas personas no precisan tanto de una ayuda materia como de una palabra de comprensión, de aliento, de aprecio sincero.

Williams James, expresó con contundencia que el anhelo más profundo del corazón humano es el deseo de ser apreciado.

Apreciar de manera sincera las cualidades, las aptitudes, los logros de los demás, es una ofrenda a su dañado ego, le devuelve la seguridad, el aplomo y la confianza.

Debemos tener presente durante cada hora del día ¿Cómo podemos contribuir a la felicidad de otros? No será necesario realizar grandes cosas, pero si algunas que están a  nuestro alcance y que cuestan muy poco.
 

No son las grandes sumas de dinero ni los grandes sacrificios. Son las pequeñas acciones con el corazón colmado de amor las que bastarán para hacer que otros se sientan felices.

Nuestra generosidad no se mide en términos de las grandes aportaciones, (aunque al poder hacerlas habrá que realizarlas), sino por el amor con que nos desprendemos de lo nuestro, sea poco o sea mucho.

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viernes, 2 de enero de 2015

El Destino y la Suerte en Nuestra Vida

Puente hacia lo desconocido, destino
El destino o la suerte, A eso le atribuimos los acontecimientos de nuestra vida, la realidad es diferente…

Porque el temor que me espantaba me ha venido, y  Lo que yo siempre había temido me ocurrió. Las líneas que anteceden proceden del libro de Job en las Sagradas escrituras y nos demuestran que un pensamiento que constantemente invade nuestra mente de manera emotiva, siempre se materializa.

Aprende una de las grandes verdades del universo: lo que tú piensas se manifiesta. Es tu actitud la que determina todo lo que te sucede. Tu propio concepto es lo que tú ves, no solamente en tu cuerpo y en tu carácter, sino en el exterior, en tus condiciones de vida: en lo material, sí, tal como lo oyes.


Si tú tienes costumbre de pensar que eres de condición saludable, hagas lo que hagas, siempre serás saludable. Pero cambias tu manera de pensar; te dejas infundir el temor de las enfermedades y comienzas a enfermarte.

Pierdes la salud. Si naciste en la riqueza, es posible que siempre seas rico; a menos que alguien te convenza de que existe “el destino” y comiences a creer que el tuyo puede cambiar de acuerdo con los “golpes y reveses”, porque así lo estas creyendo.

Tu vida, lo que te ocurre, obedece a tus creencias y a lo que expresas en palabras. Es una ley invariable que  no falla jamás. Si en tu mente está radicada la idea de que los accidentes nos acechan a cada paso; si crees que “los achaques de la vejez” son inevitables; si estas convencido de tu mala o buena suerte: lo que quiera que tú esperes normalmente, en bien o en mal, esa es la condición que verás manifestarse en tu vida y en todo lo que haces. Ese es el porqué de lo que te ocurre.

No se  está jamás consciente de las ideas que llenan nuestra mente. Ellas se van formando de acuerdo con lo que nos enseñan, o lo que oímos decir. Cualquier cosa que estés manifestando, que te esté ocurriendo contraria a la perfecta armonía que tienes en tu ser interno, o que tú mismo estés haciendo o sufriendo que sea contraria a esa armonía, se debe a una creencia errada que tu creaste, ya lo sabes, y que por reflejo estas lanzando hacia afuera y atrayendo su igual del exterior.

Ahora, en cada una de las circunstancias enumeradas más arriba, debes recordar primeramente lo que te acabo de decir, y luego decirte a ti mismo mentalmente o en voz alta: “no quiero esto para mí”. Dilo con firmeza pero con infinita suavidad. Las afirmaciones mentales no necesitan de la fuerza física. Cuando tú digas “no quiero esto para mí”, hazlo como si dijeras “no me da la gana”, tranquilamente, pero con la misma convicción y firmeza, sin gritar, sin violencia, sin un movimiento, sin brusquedad.

Te propongo que pongas atención en todo lo que tú decretas en un solo día. Vamos a recordártelo. “Los negocios están malísimos”. “Las cosas andan muy malas”. “La juventud está perdida”. ”El servicio está insoportable”. “No se consigue servicio”. “Tengo miedo de salir”. “Mira que te vas a caer”. “Vas a romper eso”. ”Tengo muy mala suerte”. “No puedo comer eso, me hace daño”. “Mi mala memoria…”, “Mi alergia…”, “Mi dolor de cabeza…”. No te sorprendas ni te quejes si al expresarlo lo ves ocurrir. Lo has decretado. Has dado una orden que tiene que ser cumplida.

Ahora recuerda y no olvides jamás, cada palabra que pronuncias es un decreto. Positivo o negativo. Si es positivo se te manifiesta en bien. Si es negativo se te manifiesta en mal, si es contra tu prójimo es lo mismo que si lo estuvieras decretando contra ti. Se te devuelve. Si es bondadoso comprensivo hacia el prójimo, recibirás bondad y comprensión de los demás hacia ti.

Y cuando te suceda algo molesto, negativo, desagradable, no digas: “pero si yo no estaba pensando ni temiendo que me fuera a suceder esto”. Ten la sinceridad y la humildad de tratar de recordar en cuales términos te expresaste de algún prójimo.

Todo el mundo conoce el dicho y lo repite a menudo. Lo repite como loro, pues no sabe en realidad lo que significa. Pocos saben que el temor también mueve montañas. El temor y la fe son una misma fuerza. El temor es negativo y la fe es positiva. El temor es fe en el mal. O sea la convicción de que va a ocurrir lo malo. La fe es la convicción de que lo que va a ocurrir es bueno, o que va a terminar bien.

Anticipar y esperar es fe. Ahora fíjate que todo lo que tu esperas con fe te viene, te sucede. Entonces, si sabes que esto es así ¿Qué te impide usar la fe para todo lo que tú desees: amor, dinero, salud, etc.? Es una ley natural.

La fe es convicción, seguridad; pero estas tienen que estar basadas en el conocimiento de algo. Conoces que existe la capital y vas hacia ella. Por eso sabes que no irás a parar a la luna. Ahora sabes que cuando deseas algo, si temes no obtenerlo, no lo obtendrás. Si lo niegas antes de recibirlo, como el ejemplo de la oración que dirige a Dios la generalidad de los humanos. “Dios mío concédeme tal cosa, aunque sé que no me la darás porque vas a pensar que no me conviene”, no lo obtendrás porque de antemano lo negaste. Has confesado que no lo esperas.


¡Bendiciones!

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jueves, 1 de enero de 2015

Aprovechemos Está Oportunidad

Horizonte prometedor, oportunidad
Nos encontramos en el principio, en el limen de un periodo en el que Dios nos ha regalado la oportunidad de escribir lo que queramos.

Son 365 páginas en blanco, podemos imprimir en ellas cosas hermosas, cosas que nos llenen de gratos recuerdos en el futuro. Líneas que dejen un valioso legado para las generaciones venideras.
Un día propicio para tomarnos un tiempo para reflexionar del como retomar esos sueños abandonados, esos anhelos truncados.

Este día tiene un especial misterio y puede significar la diferencia entre logros y fracasos, démosle la importancia que merece dedicando unos momentos para meditar profunda y solemnemente en lo que queremos extraer de este ciclo que tenemos por delante.

Es una fecha para las promesas que no se pueden dejar de cumplir, es una fecha adecuada para trazar un plan, para instaurar un método, una estrategia.

Hoy 1 de Enero del 2015 tenemos ante nosotros una inmensa oportunidad de comenzar de nuevo, de dar inicio a las acciones que nos hagan alcanzar lo que siempre hemos deseado.

Una de las mejores maneras de comenzar esta hermosa aventura es postrarnos ante Dios y poner en sus manos nuestra vida, solicitarle su guía y acompañamiento. Poner a Dios en el primer lugar en nuestra vida es la manera más segura de no equivocarnos.

Comencemos con energía, hagamos uso de nuestra habilidad, de nuestra capacidad y lancémonos en  la consecución de nuestros más preciados anhelos. Dios estará con nosotros.

No desperdiciemos este valioso día en lamentarnos por lo que no logramos el “año pasado”. Llenémonos de optimismo y de esperanza, estamos vivos y eso es lo que cuenta.

Mientras haya vida hay esperanza, mientras tengamos a Dios en nuestro corazón, la paz y la tranquilidad serán nuestros aliados.

No olvidemos hacer el bien, extender nuestra mano al necesitado, contribuir con la formación de un mundo mejor.

Alejémonos de maldad, de la envidia, de la hipocresía, de la falsedad.

Establezcamos en nosotros el carácter de Cristo, la mansedumbre del Cordero de Dios. ¿Será fácil? De ninguna manera, ¿Puede ser posible? Seguramente que sí.


¡Lucha, nunca te des por vencido, sigue adelante! ¡Tienes otra oportunidad! 

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