A pesar de estar incapacitado, me ofrecí para integrar una mesa electoral, apoyando así la “democracia de mi país”.
La actividad política es muy entretenida y puede ofrecer muchas satisfacciones, así como infinidad de frustraciones.
Se ha utilizado la política para encontrar en el estado la catapulta al enriquecimiento.
Es enorme la cantidad de ambiciosos que han encontrado en la política la escalera a posiciones de comodidad y poder.
Aun así, pude notar en la interacción con diversos jóvenes, que a pesar de haberse prestado para representar a los partidos pequeños, con las respectivas credenciales de éstos, perteneciendo en realidad a las dos fuerzas políticas tradicionales, había en ellos deseo de hacer las cosas con moralidad y rectitud (digo deseo, pues sus acciones decían lo contrario, pero no es culpa de ellos sino de los políticos mayores, acostumbrados a la corrupción).
Siento que el país está cambiando poco a poco, las personas lentamente van adquiriendo conciencia, avanzan despacio en el aborrecimiento de la sinvergüenzada.
Particularmente en éste proceso salieron a luz las verdaderas características y la verdadera personalidad de muchos que de labios para afuera se dicen honestos.
Quedaron al descubierto los que no les importa el bienestar de los demás, sino el propio. Quienes utilizan su posición económica para comprar conciencias, jugando inmisericordemente con la necesidad de los menos favorecidos.
Es realmente sorprendente el descaro de personajes que sin ningún reparo salen en los medios de comunicación exponiendo mentiras como si fueran verdades.
Son millones las personas honestas de nuestro país, sin embargo el ejemplo de quienes administran el aparato público es nefasto, realizando acciones que reflejan su incomparable corrupción, podredumbre y degeneración.
Esta cercano el día en que a todos estos remedos de Maquiavelo se les descontará lo que con desfachatez han arrebatado a un pueblo miserable. Su castigo es seguro. De lo contrario las Sagradas Escrituras estarán equivocadas, lo que sin lugar a dudas es imposible.
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