sábado, 30 de junio de 2012

El Hombre Que Amaba El Dinero Más Que A Su Propia Vida


Erase una vez un viejo leñador que subía a la montaña casi cada día a cortar leña.

Se decía que éste viejo era un avaro que almacenaba su plata hasta que la cambiaba por oro y que se preocupaba más por el oro que por cualquier otra cosa del mundo.
Un día un tigre salvaje se abalanzó sobre él y aunque corrió no pudo escapar, y el tigre lo atrapó con sus fauces.
 El hijo del leñador contempló a su padre en peligro, y corrió para ver si podía salvarlo. Llevaba un largo cuchillo, y puesto que podía correr más deprisa que el tigre, que tenía que acarrear a un hombre, pronto les alcanzó.
Su padre no estaba herido de gravedad, porque el tigre le había agarrado por la ropa.
Cuando el viejo leñador vio a su hijo a punto de apuñalar al tigre gritó alarmado:” ¡No estropees la piel del tigre! ¡No estropees la piel del tigre! Si puedes matarle sin hacerle agujeros en la piel podemos conseguir muchas piezas de plata por ella. Mátale, pero, no le cortes el cuerpo”.
Mientras el hijo estaba escuchando las instrucciones de su padre, el tigre salió corriendo de repente hacia el bosque, llevando al viejo a donde su hijo no pudo alcanzarle, y fue rápidamente devorado.   

 FABULA CHINA

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio