¡Así son felices, hombre!

Al vivir en la urbe es dificil imaginar el abandono en que viven nuestros hermanos, allende las montañas de nuestra patria, Nin@s menores de 8 años, cuidando a otros nin@s, sin tener que comer, mientras sus padres trabajan, por una ínfima cantidad de dinero, para lograr comprar siquiera el maíz y la sal.


 comer frijoles, que para otros son tan comunes, para ellos son como un manjar bajado del cielo, cuando los comen hasta se alegran, aunque es raro verlos alegres, algunos dicen que son mas felices que los ricos de la ciudad, pero es por que jamás han obervado a un nin@ llorando de hambre. 

De los ojos de éstos seres humanos ha desaparecido la chispa de la felicidad, hay excepciones, gentes que a pesar de su dolor, tienen una sonrisa para todos, ¿será que son felices realmente o solo lo simulan? habría que preguntarse. 

No obstante las carencias a quienes perjudica más es a los infantes. he presenciado niñ@s que han estado sin comer días enteros, ésta realidad es ignorada por completo por las autoridades públicas. quienes tienen una expresión muy caracteristica al referirse a estas personas: ¡es que son haraganes por eso están como están!. que descaro. cuando salen a pedir los votos no dicen eso.

Causa repugnancia ver, como lo primero que hacen al llegar a los cargos públicos, es buscar la forma de continuar enriqueciéndose. hay lugares donde las escuelas han estado cerradas por años, por falta de maestro, y las autoridades públicas no hacen nada por resolver la situación. Centros de salud, que están a horas de camino de las comunidades, sin medicamentos.

Mujer lavando en una piedra, pobreza
Fuí testigo de un hecho muy lamentable, caminando hacia una comunidad muy alejada, encontré a una madre, que llevaba en sus brazos a su hijo de un año de edad, grave, para el centro de salud, el cual está como a 25 km de su aldea, cuando yo regresaba, la encontré nuevamente, le pregunté como había seguido su hijo a lo que me respondió con lagrimas en sus ojos, que había muerto en el camino, que no había logrado llegar al centro de salud. estos, como otros casos, son más que comunes en estas tierras de Dios.

¿Cambiará algún día, el corazón de aquellos que amontonan dinero, como los pobres amontonan penurias? 

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Jogly Sú

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